Capítulo Faiv

-Bienvenidos al Colegio Chorras De Trucos De Magia Y Demás Variedades, soy la estrella secundaria Adelaida Del Buen Amor McGonagall, aunque para disimular ante las autoridades decimos que soy la subdirectora de esta “honorable” institución. A continuación pasarán al Gran Comedor, donde tendrá lugar la Fiesta De Selección, en la cual serán designados para una de las casas, que son las siguientes:

Slyzorrín, donde van todos los pijos, ricachones, presumidos, arrogantes, rubios de bote y gente con “virtudes” similares.

Gryffinplof, la casa para los héroes de pega y sus amigos inseparables, cuya característica principal es que odian sin ninguna razón aparente a todos los Slyzorrínes.

Reibenclau, la casa en la que se mezclan cerebritos y ratas de biblioteca con los individuos más tontos que podáis imaginar, que siquiera saben escribir bien el nombre de su casa.

Chiclepuff, el lugar indicado para todo aquel pringado que no cuadre en cualquiera de las anteriores, suelen caracterizarse por ser tan plastas que se pegan a los de las demás casas cual chicle a la suela del zapato.

- Tendrán que aguantar a sus compañeros durante todo el curso, dormirán todos juntos como sardinas en lata en unas barracas, y si quieren saber algo más, vayan a darle el coñazo al Director/a (seguimos sin estar seguros).

Y a continuación la viejecilla echó a andar, y los críos la siguieron con bastante desconcierto general que habían causado sus palabras. Tras desfilar por interminables galerías pintadas en varias tonalidades de fucsia y soportar las miradas pervertidas que les echaban los cuadros de antiguas celebridades del mundo del espectáculo, junto con sus “inocentes” frases como: “Ven acá pa’acá, guapetón” y lindezas similares, llegaron a unas grandes puertas de cristal tintado de rosita chicle, super requete mega modernas e hiper cool, y la viejecilla les dijo:

-Esto es el Gran Comedor, ahora entráis y os ponéis en fila, yo os iré llamando para que La Pamela Seleccionadora os mande a una casa, y todo esto rapidito que he quedado para dar una fiesta de pijamas con algunos profesores…

-¿La Pamela Seleccionadora?¿Qué será eso?¿Dolerá?¿Me dañará mi pelo Pantene?-se preguntaba Potter.

-¡Fiesta de pijamas! ¡Que miedo!- exclamaron todos los demás.

Pero entraron, eso sí, con gran temor, al Gran Comedor…

… El cual era una sala gigantesca pintada de los colores que ya os podéis imaginar, con cuatro barras de bar correspondientes a cada una de las casas, cuyo techo estaba salpicado de bolas de discoteca, y del cual estaban colgados unos cuantos tipos raros que no hacían más que tirar confeti alegremente sobre los estudiantes.

-¡¡Uahg!!- se escuchó la exclamación de miedo por parte de los alumnos nuevos. Era una imagen traumática que no se les olvidaría jamás.

-¡¡Oooohhhhh!! ¡¡Qué bonito!!- se escuchó de boca de Potter, para gran extrañeza de todos los que allí estaban, y de la humanidad en general. (Morwen: ya se sabe que el chico es un poco…como decirlo…“rarillo”…) (Ketry: ¡Cierto!)

Y tras colocarse en fila, McGonagall apareció por una puerta lateral, llevando consigo una pamela super mega cuca requete mega fashion, con florecillas aquí y allá, rosita chicle (¡cómo no!), y fue llamando a la gente:

-Ron Wisky- llamó, y le puso la pamela en la cabeza.

-¡Osea, tu irás a super Gryffinplof!- dijo la pamela con voz cantarina.

Y así la McGonagall fue llamando a unos cuantos alumnos, incluyendo a uno rubio platino, con el pelo tan super mega platino que no se podía mirar sin que te quedaran secuelas irreversibles en los ojos y el cerebro, que fue a parar a Slyzorrín, y a Herminia, que fue a parar inexplicablemente a Gryffinplof, hasta que le llegó el turno a…

-Harry Potter.

El engendro avanzó con decisión al encuentro de La Pamela Seleccionadora, que, una vez sobre su cabeza, le dijo:

-Osea, ¿sabes?, tú estarías super guay en Slyzorrín, ¿sí?- dijo en el interior de su cabeza.

-Slyzorrín no, Slyzorrín no, no quiero que mi belleza compita con la del rubio platino…

-Osea, pues entonces te mandaré a… ¡SUPER GRYFFINPLOF!- esto último lo dijo para todo el Comedor.

Entonces Potter oyó unas voces que provenían de la barra de bar de Gryffinplof, el las tomó por exclamaciones de ánimo y apoyo, que le aclamaban, pero realmente decían:

-¡Joder, no queremos a este pringado en nuestra casa! ¿Qué hemos hecho nosotros para merecer esto? ¡Podía haberse ido a Slyzorrín!

-¡Osea, nosotros tampoco le queremos, osea, no es cool como nosotros!- respondieron los Slyzorrines.

Pero Potter fue tan feliz hacia la barra de Gryffinplof, porque el oía lo que quería…


CONTINUARÁ...


2 comentarios:

Fran dijo...

jajaja las historias son divertidisimas seguir así que lo haceis genial :D
P.D: sigo esperando más capítulos de Potter!!!!! XDD

Morwen_Eowyn y Kè-trïna dijo...

¡Holaa! Muchísimas gracias por dejar un review :D Por ser el primero te regalamos.. esta maravillosa piruleta imaginaria!! xD
Dentro de poco subiremos más capítulos del Potter, don't worry. Un saludo~