Capítulo Zrí

Y entonces anduvieron, durante días, y días, y días, y días, y días y dííííías (que rayantes ¿no?), hasta que llegaron… ¡a una parada de autobús! Y ahí se quedaron esperando, mientras esperaban vieron pasar a dos chicas, la primera iba diciendo “¡SARZA ADOBADA!, ¡SARZA ADOBADA!”, y la otra la perseguía con cara de extrañada. Esperaron hasta que estas dos locas se perdieron de vista en el horizonte, y entonces por fin llegó el autobús…o lo que Jack pensaba que era un autobús, porque como iba hasta el sombrero de ron, no sabía lo que veía. Realmente, el “autobús” era un burro con un cartel colgando que decía: AUTHOVÚS, y su conductor era un paleto de pueblo (se nota por cómo escribía). Potter, preguntándose si ese sería el medio de transporte usado por los magos, le dijo al paleto:
-Oiga señor, ¿y el autobús?
-Bah, nu lo ves que ahí mismico está, ¿nu sabes leer u qué?
-¿Y cuanto cuesta un billete?-dijo Potter
-25000000000000 euros, un par de monedicas de plata, 7 caramelicos de menta y una galletica con pasas…
-¡Pero yo no tengo tantos caramelos!
-Buenu, está bien, te lo deju por el sombrerico de tu amigo el piratica de las rastas-dijo el buen hombre.
-¡Nooooooooooooooooooooo, mi sombrero nooooooooooooooooooooo!-dijo Jack, que después de su brújula, su sombrero era lo que más quería, y en medio de su furia, le dio una patada tan fuerte al burro, que éste salió escopetao hacia El Corte Infiel. Y así llegaron el burro, el conductor, Potter y el cartel hasta El Corte Infiel, que estaba lleno de gente porque daban… ¡ron gratis! (Morwen_Eowyn: pobre Jack, con la ilusión que le hacía el ron…). El escuchimizado engendro se perdió entre la multitud para que el conductor del burro no le persiguiera por sus deudas, y decidió comprarse unas gafas de culo de vaso “para dar pena”, según creía él, pero lo único que le hacían parecer era un pato mareao, porque le dejaban bizco. Tras comprarse las gafas, fue a buscar su uniforme del “colegio” a una tienda llamada “Boutique Flower Power”, y eligió que las flores de sus túnicas fueran de un color lila super cool, que le favorecía sus ojos verde-pantano, y se compró su tutú también lila, junto con las zapatillas de bailarina a juego. También adquirió todos los libros de la lista en la sección de librería del Corte Infiel, contrató al chef de la cafetería para que cocinara por él y se peleó con unos cuantos criejos para conseguir la colección completa de Los Lunnis, y con unas cuantas nenas pijas super mega fashions vestiditas de rosa para conseguir las películas de la Barbie.
Por último, solo le quedaba por comprar la varita mágica, para lo cual se dirigió a una tienda cutre de mala muerte que había en un rincón del edificio, preguntó por las varitas mágicas y le enseñaron unos palitos de madera, que él solo les veía utilidad para comer comida china, y preguntó por la estrellita super-fashion que tenía que tener su varita, y el tendero, misteriosamente le echó de allí a patadas gritándole cosas como “¡Esta juventud de hoy es una porquería!” ó “¡Aquí solo se venden varitas de verdad, so bromista!”. Entonces decidió meterse a una juguetería, y allí le enseñaron una varita super-fashion de la última generación con MP3, móvil, cámara de fotos y de vídeo…Entonces Potter preguntó:
-¿Pero esto hace magia de verdad?
Y dijo el tendero:
-No, eso es lo único que no hace, cosas de la tecnología moderna…
Y le enseñó otra varita menos fashion, pero que sí hacía magia, y con su estrellita rosa bañada en purpurina y todo…Al tocarla, empezó a soplar un viento misterioso, y Potter pensó “¡Wow, esto demuestra mi gran talento mágico, demuestra que soy El Elegido, El Niño Que Se Rajó…!”. Pero un grito del tendero a su ayudante le sacó de su error:
-¡¡Joder, deja el puto ventilador ya en paz, que se nos dispara el recibo de la luz!!
Y el niño pagó su varita y se fue de allí, mientras el tendero le seguía gritando a la fregona que había confundido con su ayudante (el verdadero había escurrido el bulto tras el primer grito)…

Mientras se daba una vuelta por el centro comercial, encontró a un niño pelirrojo vestido de botella de ron y camuflado entre botellas de ron. Este niño le dijo:
-HolatueresHarryPotter¿verdad?,encantadodeconocerte¿aquenosabescómomellamo? -dijo el niño muy rápido por la emoción
-Hala, cuánto ron…-dijo Potter fascinado
-Exacto,mellamoRonWisky,mispadresmedieronestenombreporqueunaempresadebebidasalcohólicaslespagabasillamabanasushijosconnombredebebidasalcohólicasyamímetocóelron¿quieressermiamigoycompañeroinseparabledeaventurasenlasquelosdemásharántodoeltrabajoportí?
-Claro…
-Genial,nosvemosmañanaenelandénnueveytrescuartos-seguía hablando rápido abrumado por la emoción.
-Adiós…
Y Potter se alejó de allí con miedo de la primera amistad que acababa de hacer…


CONTINUARÁ...


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